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Rusia se apropió ilegalmente de la central nuclear de Zaporiyia, la mayor planta nuclear de Europa.
La central fue invadida por tropas de Moscú desde el inicio de la guerra, pero hasta el momento estaba controlada por operarios ucranianos.
El director general del OIEA Rafael Grossi anunció que esta semana visitará Kiev y Moscú para analizar con las «autoridades competentes» las implicaciones de esta nueva decisión.
Tras la reciente promulgación de anexión de cuatro territorios ucranianos por parte de Rusia,
El presidente Vladímir Putin ordenó la apropiación de la central nuclear de Zaporiyia luego de anunciar formalmente la adhesión de cuatro territorios ucanianos.
El ucraniano Ihor Muráshov, director general de la planta, fue detenido durante varios días y posteriormente expulsado a territorio controlado por Ucrania.
«El gobierno deberá velar por que las instalaciones nucleares de la central […] sean aceptadas como propiedad federal», se lee en el decreto publicado este miércoles por el Kremlin.
Con seis reactores de 1 gigavatio cada uno, la central nuclear de Zaporiyia es una fuente de ingresos importante por la exportación de electricidad.
«Rusia ha estado creando deliberadamente inestabilidad en torno a la central en un intento de forzar al mundo a disminuir su apoyo a Ucrania por el miedo a la catástrofe nuclear», explicó Volodímir Omelchenko, jefe de programas energéticos del laboratorio de ideas «Razumkov Center».
De igual manera, dijo que Zaporiyia produce aproximadamente el 27% del total de la energía eléctrica del territorio. Según explica el experto, Rusia «ha estado tratando de desconectar la planta de la red eléctrica ucraniana y crear la infraestructura necesaria para utilizar la planta para suministrar electricidad a la red eléctrica rusa y a la Crimea anexionada».
Rafael Grossi, director del organismo nuclear de la ONU «estará en Kiev esta semana y más tarde en la Federación Rusa, donde también continuará las conversaciones para acordar e implementar una zona de protección de la seguridad nuclear alrededor de la planta de Zaporiyia lo antes posible», dijo el organismo mediante un comunicado.
El OIEA ha denunciado un latente riesgo de accidente nuclear en la central durante los últimos meses, debido a la tensa situación tras la ocupación rusa desde el pasado 4 de marzo, convirtiéndose en objetivo de distintas explosiones y bombardeos.
El pasado 1 de septiembre, Grossi visitó la central junto con un grupo de expertos para analizar la situación de seguridad en la central, de igual manera, dos funcionarios se quedaron de forma permanente en la central.
El pasado 16 de agosto, una importante subestación explotó en la península anexionada de Dzhankoy.
La central dejó de producir electricidad brevemente el 26 de agosto, consecuencia de un bombardeo en la zona.
Los miembros del OIEA «han sabido que la central nuclear ucraniana tiene previsto volver a poner en marcha uno de sus seis reactores, que actualmente se encuentran en parada fría», informó Grossi.
También ha pedido que con la apropiación rusa de la central, «se le permita al personal encargado de la planta cumplir con sus deberes de seguridad, protección y tener la capacidad de tomar decisiones sin presiones indebidas».
Los observadores del OIEA informaron recientemente sobre nuevos bombardeos en la zona industrial, ubicada entre la central de Zaporiyia y la ciudad de Enerhodar, sin reportar daños mayores.
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