INTERNACIONAL

Lectura: 3 minutos
Una fuente oficial dijo en la Casa Blanca que EE. UU. tiene pruebas de tropas iraníes «que participan de forma activa sobre el terreno» en Crimea y apoyan los ataques rusos con aeronaves no tripuladas contra la infraestructura y la población civil de Ucrania.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, le comentó a los periodistas que Irán ha enviado un «número relativamente pequeño» de personal a Crimea, una parte de Ucrania anexada de forma unilateral por Rusia en contravención del derecho internacional en 2014, para ayudar a las tropas rusas a lanzar drones de fabricación iraní contra Ucrania.
«La información que tenemos es que los iraníes han brindado entrenadores y soporte técnico en Crimea, pero son los rusos los que los pilotean», detalló Kirby.
EE. UU. reveló por primera vez este verano que Rusia compraba aeronaves no tripuladas iraníes para lanzarlas contra Ucrania.
Irán negó haber vendido sus municiones a Rusia.
El dron iraní Shahed-136 fue diseñado para explotar al hacer contacto con el blanco.
El 17 de octubre, las fuerzas armadas rusas lanzaron decenas de estos drones con blancos por toda Ucrania. Uno afectó un edificio de apartamentos en Kiev, la capital, con un saldo de cuatro muertos, entre ellos una mujer con seis meses de embarazo recordó el New York Time.
Ahora que llegamos al noveno mes de esta guerra, el Shahed es solo uno de las decenas de tipos de drones que se están utilizando en el campo de batalla en Ucrania, entre los que se incluyen drones para vigilancia a control remoto y bombas voladoras programables.
También hay drones militares fabricados en Estados Unidos, Turquía y Rusia y drones de uso comercial hechos en China.
No se conoce con exactitud el rango completo de modelos, ni los países de donde llegaron. Lo cierto es que el rápido aumento en el número y tipo de drones no tripulados desplegados en la guerra es una señal de que es probable que armas más pequeñas y menos caras, como el Shahed, se conviertan en elementos básicos de los conflictos armados modernos.
Algunos son drones de vigilancia (sistemas aéreos no tripulados, en jerga militar); en esencia, son aeronaves pequeñas con alas y hélices controladas mediante señales de radio.
Los modelos más grandes de este tipo pueden espiar a ejércitos enemigos o llevar misiles y bombas para atacar blancos en tierra. Pueden aterrizar, reabastecerse de combustible y volar de nuevo.
Estos drones de vigilancia de mayor talla pueden ser caros, por lo que los combatientes ucranianos y rusos han empleado cuadricópteros (drones comerciales con batería que son mucho más baratos).
Los cuadricópteros recorren distancias mucho más cortas y sobrevuelan una posición antes de dejar caer pequeñas armas como granadas sobre soldados y vehículos enemigos. Su diseño permite recuperarlos, volver a armarlos y utilizarlos de nuevo después de recargar la batería.
Sin embargo, muchas de las armas que aterrorizan a los ciudadanos de Kiev y otras áreas civiles de Ucrania son lo que la industria de defensa designa bombas merodeadoras. Estos drones explotan al hacer contacto con el blanco, de ahí que se les llame «drones kamikaze».
Estados Unidos le ha enviado a Ucrania armas de este tipo desde que inició la guerra.
Otro artículo de interés: Ley marcial en territorios ucranianos anexados por Rusia