INTERNACIONAL

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Los principales operadores del mundo del comercio internacional dieron buenas señales del moviemiento de los contenedores en las principales vías marítimas europeas y asiátias.
Sin duda, favorece a las tareas logísticas, que haya finalizado la huelga de los trabajadores portuarios en Alemania.
El beneficio es para todos, pero si duda, dibujará una sonrisa en los responsables del comercio internacional de China a través del gigantesco Cosco.
Esto también es observado por la Asociación Alemana de Armadores (VDR). Su director general, Martin Kröger, dice que son varias las razones, incluyendo el fin de las huelgas de los trabajadores portuarios en Alemania, lo que ha contribuido a normalizar la situación. «Por lo tanto, consideramos que la aglomeración de estos busques en las costas europeas se ha ido superando», declara a DW.
Asimismo, la capacidad de carga disponible ya no es tan escasa como hace un año y se refleja en las tarifas de flete. De hecho, los costos para transportar contenedores son casi iguales a los previos a la pandemia.
Vincent Stamer, del Instituto Kiel para la Economía Mundial (Ifw), explica que el factor decisivo para el desarrollo actual de las tarifas de flete se debe a una «reducción de la demanda de bienes físicos» y que tiene entre sus causas las actuales condiciones económicas de Europa y de Estados Unidos. «La inflación y el temor a la recesión están afectando la demanda de bienes», explica Stamer. Una menor demanda hace que vuelva a haber una mayor oferta de espacio para el transporte marítimo, lo que influye en la caída de la tarifa de los fletes.
¿Es algo bueno para los consumidores?
¿No debería sentirse esta baja también en los mercados de consumo? Sí, responde Stamer. «La caída de las tarifas de los fletes es una noticia positiva, ya que la recuperación de los fletes debería reducir los costos de las empresas y, en última instancia, repercutir en los precios de consumo», añade.
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