INTERNACIONAL

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Los gobiernos de izquierda de México, Argentina y Colombia dieron su apoyo a Pedro Castillo, el líder peruano acusado, agregando un nuevo giro a la crisis que ha paralizado franjas del país y dejado varios manifestantes muertos.
Los tres países, así como Bolivia, emitieron una declaración conjunta el lunes por la noche en la que piden a Perú que respete los derechos de Castillo, a quien se refieren como presidente de Perú incluso después de que fue destituido por el Congreso.
Los gobiernos expresaron su «profunda preocupación por los recientes hechos que resultaron en la destitución y detención del presidente Pedro Castillo».
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que las relaciones con Perú estarían «en pausa» hasta que se resuelva la situación política. Castillo ganó las elecciones de 2021 «y no puede ser destituido», dijo en su conferencia de prensa matutina habitual el martes.
Desde que fue electo, Castillo ha sido víctima de una «persecución antidemocrática», dijeron los cuatro gobiernos, y agregaron que se debe respetar la voluntad del pueblo peruano.
Si bien la declaración no llega a pedir la restitución de Castillo, complica los intentos del gobierno de seis días de la presidenta Dina Boluarte de establecer su autoridad. Las cuatro naciones latinoamericanas son aliadas ideológicas de Castillo, quien fue acusado y luego arrestado el 7 de diciembre tras intentar disolver el Congreso.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú rechazó la posición de las naciones vecinas, diciendo que la transición de poder de Perú siguió el orden constitucional y que la decisión de Castillo de cerrar el Congreso equivalía a un golpe de Estado. El 9 de diciembre, el gobierno de Boluarte advirtió a México que no interfiriera en los asuntos internos de Perú.
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