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La Guardia Revolucionaria de Irán arrestó el domingo a siete personas, por participar en las protestas desatadas tras la muerte de Mahsa Amini, según un comunicado publicado por los medios estatales.

«Siete de los principales líderes de las recientes protestas, relacionados con el Reino Unido, fueron detenidos por los servicios de inteligencia de la IRGC (Guardia Revolucionaria), incluidos ciudadanos con doble nacionalidad que intentaban abandonar el país», se lee en el comunicado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores británico dijo que estaba recopilando más información de las autoridades iraníes sobre el caso.

Taraneh Alidoosti, considerada una de las mejores actrices de Irán, fue detenida, acusada de incitar los disturbios en el país, según han publicado este medios locales.

Según Hamshahri Online, la artista fue arrestada «debido a sus acciones al publicar contenido falso y distorsionado, incitar disturbios y apoyar movimientos anti-iraníes».

Taraneh Alidoosti ha obtenido varios premios a lo largo de su carrera y fue la protagonista de la película The Salesman (Forushandeh, en persa), dirigida en 2016 por su compatriota Asghar Farhadi y que en 2017 obtuvo el Oscar a la Mejor Película de Lengua Extranjera.

La detención de la actriz estaría relacionada con las protestas en Irán que comenzaron por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico.

Los grupos de manifestantes piden ahora el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.

Tras casi tres meses de movilizaciones, más de 400 muertes y miles de personas detenidas, las autoridades han comenzado a ejecutar a manifestantes para tratar de controlar unas movilizaciones protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres, que piden más libertades.

Las ejecuciones llevadas a cabo por el gobierno de Irán tienen el objetivo de «intimidar» a los ciudadanos de ese país y evitar que participen en protestas, afirmó en Bruselas la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock.

«Esto es bastante obvio. Estas ejecuciones públicas son un intento descarado de intimidar a la gente, no por haber cometido crímenes, sino simplemente por expresar sus opiniones en la calle», dijo Baerbock al llegar a una reunión con sus homólogos de la Unión Europea.

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