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El número de personas con empleo residentes en Alemania subió en noviembre en 472.000 o un 1 % hasta alrededor de 45,9 millones.

Alcanzó así un nuevo máximo histórico por tercer mes consecutivo, según datos provisionales publicados el martes por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

La ocupación registró así un aumento similar al del mes anterior, octubre, cuando creció en 476.000 personas o un 1,1 %, de manera que en términos interanuales se mantiene la tendencia al alza en el mercado laboral.

También en comparación con el mes anterior, la población empleada volvió a subir en noviembre, en 45.000 o un 0,1 %, eliminados los efectos estacionales.

En octubre, el número de ocupados había aumentado en 32.000 personas o un 0,1 % con respecto al mes anterior.
Sin corregir los efectos estacionales, la cifra de personas con empleo aumentó en 78.000 o un 0,2 %.

Este aumento intermensual fue inferior a la media de noviembre de 93.000 personas en los tres años previos a la crisis de la pandemia (2017-2019).

Por otro lado, Alemania recibió un pronóstico económico sombrío el martes, ya que las empresas dijeron que reducirían la producción debido a los altísimos costos de energía.

Muchas empresas también esperan recortar puestos de trabajo y reducir la inversión en 2023, según una encuesta.

Se produce en medio de una alta inflación provocada por la guerra en Ucrania que ha acabado con las esperanzas de una recuperación pospandémica sin problemas.

Después de que Rusia suspendió las exportaciones de gas, Alemania se vio obligada a pagar precios mucho más altos para importar energía en el mercado mundial.

Las empresas son pesimistas de que los precios volverán a los niveles anteriores a la crisis en el corto plazo, dijo Michael Groemling del Instituto Económico Alemán, que publicó los hallazgos.

«Las consecuencias de la guerra en Ucrania aún representan una dura prueba para la economía alemana», dijo.

De 49 grupos que representan diferentes sectores de la economía, 30 dijeron que sus miembros reducirían la producción en 2023, mientras que solo 13 dijeron que aumentaría.

Hubo 16 que pronosticaron recortes de empleo y nueve que esperan más contratación, mientras que 23 esperan un estancamiento en el mercado laboral.

Las industrias del acero y la construcción enfrentan perspectivas particularmente sombrías debido a sus altos costos de energía.

Sin embargo, los sectores inmobiliario y financiero también están preocupados por los altos costos de endeudamiento, dijo el instituto.

El Banco Central Europeo elevó recientemente las tasas de interés a su nivel más alto desde 2008 en un intento por contener la inflación.

La inflación en Alemania es de dos dígitos por primera vez desde la reunificación en 1990.

El director del instituto, Michael Huether, dijo que el pico de inflación puede haber pasado, luego de que cayó levemente al 10 por ciento.

Pero le dijo a la radio alemana que la inflación promediaría el seis por ciento pronosticado el próximo año.

«Dos tercios de la inflación son importados, y cuando la inflación es importada, el banco central no puede actuar tan rápido ni tan fácilmente», dijo.

«Realmente solo puede hacerlo a costa de una recesión estabilizadora, pero debemos evitar pagar ese precio, por lo que tomará un poco más de tiempo».

El gobierno alemán espera que la economía más grande de Europa entre en recesión durante el invierno.

Espera que un paquete de ayuda por valor de hasta 200.000 millones de euros (213.200 millones de dólares) alivie el dolor de las empresas y los consumidores.

También se está instando a la gente a reducir su consumo de gas en un 20 por ciento o más para que los valiosos suministros rindan más.

El clima templado ha mejorado un poco la imagen en la última semana, con tanques de almacenamiento llenándose más de lo que se vaciaron durante cinco días seguidos.

Las primeras importaciones de una nueva terminal de gas en la costa del Mar del Norte de Alemania también están destinadas a aliviar la presión.

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