Macron pide más apoyo para Ucrania

INTERNACIONAL

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Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, de visita en París junto al presidente francés, Emmanuel Macron / Foto: The Presidential Office of Ukraine

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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, abogó este viernes en la Conferencia de Seguridad de Múnich por «intensificar el apoyo» a Ucrania hasta que pueda «lanzar una contraofensiva» que fuerce a Rusia a dialogar bajo condiciones «creíbles» y «elegidas» por Kiev. Asimismo augura un conflicto largo, para el que ─aseguró─ Europa está preparada.

«Estamos listos a intensificar el apoyo hoy porque los días y las semanas que vienen son decisivos y estamos preparados para un conflicto prolongado. No lo deseo, pero sobre todo porque no lo queremos, debemos ser creíbles con nuestra capacidad de mantener ese esfuerzo», invitó Macron. «Rusia es una potencia de desequilibrio y de injusticia», con mentalidad «neocolonial y neoimperialista», agregó.

El mandatario galo llamó a Europa a «invertir masivamente» en defensa, tanto en el contexto de la OTAN como a nivel continental, más allá de los límites de la Unión Europea. Asimismo, dijo que Moscú debe «fracasar» en su intento por anexionar territorio ucraniano por la fuerza si «queremos un orden internacional estable y una paz duradera».

«Ninguno de nosotros cambiará la geografía de Rusia, el hecho de que siempre estará en suelo europeo, y ninguno de nosotros puede cambiar la fatalidad y nuestro dilema de que no habrá una paz duradera», dijo, hasta que no nos «hagamos cargo» de la cuestión rusa, en busca de soluciones, pero sin «ingenuidad». Sin embargo, precisó que en las actuales condiciones, no habrá diálogo con Rusia porque «ha elegido la guerra».

Para el líder francés, la guerra actual es consecuencia de que «Rusia no digirió el fin de un imperio» y del «resentimiento post-1990». Pero en general, afirmó que ni rusos ni europeos leyeron correctamente el contexto posterior a la Guerra Fría, cuando pasaron de la noche a la mañana del telón de acero a una fase de «luna de miel». Además, valoró la disuasión nuclear que ofrecen a Europa y a la OTAN tanto Francia como Reino Unido.

Kiev lo ha pedido desde el 24 de febrero de 2022, primer día de la invasión rusa de Ucrania: «¡Protejan nuestro espacio aéreo!». Pero una zona de exclusión aérea impuesta por la OTAN, como se hizo sobre Bosnia- Herzegovina durante la guerra en la década de 1990, ha sido categóricamente descartada por las naciones que apoyan a Ucrania tras la agresión rusa.

Tal operación significaría la entrada de la alianza occidental en la guerra. Y Occidente quiere evitarlo a toda costa. Recientemente, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reformuló la exigencia de «cerrar los cielos» en su discurso ante el Parlamento británico: «Entréguennos alas», exigió, es decir, aviones de combate para que los pilotos ucranianos puedan asegurar el espacio aéreo sobre Ucrania.

Ya en julio de 2022, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó destinar 100 millones de dólares a financiar la formación de pilotos ucranianos en el avión de combate F-16, de fabricación estadounidense. Polonia entregó viejos cazas soviéticos MiG-29 a la Fuerza Aérea ucraniana poco después de que comenzara la guerra de agresión de Rusia. Se utilizaron como piezas de repuesto, según Varsovia.

«Hoy, los aviones soviéticos no podrán cambiar el curso de la guerra», dice a DW Yuri Ignat, portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana. «Necesitamos aviones occidentales», analiza Ignat, de lo contrario, Ucrania seguiría siendo «tecnológicamente inferior» a Rusia. Ahora tanques antiaéreos como el Gepard, suministrado por Alemania, intentan mantener a raya a los aviones rusos. Aunque «Rusia se ha adaptado a los alcances de que dispone Ucrania», explica a DW Nico Lange, politólogo y asesor que trabaja para la Iniciativa Zeitenwende, de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC).

Para tener alguna posibilidad de reconquistar el territorio ocupado, dice Lange, las fuerzas ucranianas necesitan «más alcance para un ataque para liberar los territorios ocupados». Así lo subraya también el exgeneral al mando del Ejército estadounidense en Europa Ben Hodges, en entrevista a DW.

El gobierno polaco está presionando para que se tome una decisión sobre la entrega de aviones de combate occidentales al margen de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Así lo exigió el embajador de Varsovia en Berlín en una entrevista concedida al grupo periodístico alemán Redaktionsnetzwerk Deutschland a principios de febrero. Polonia y Holanda no descartan la entrega del caza F-16 de la OTAN.

Pero entre los analistas también se habla repetidamente de otros aviones occidentales. Entre ellos se encuentra el caza Gripen, del fabricante sueco de armamento Saab. En enero, el presidente francés, Emmanuel Macron, no había descartado la entrega del avión francés Rafale. Esa aeronave es «uno de los aviones más caros del mundo», dice Ignat, y se pregunta: «¿Cuánto de eso se podría entregar, quién lo paga?».

Se han fabricado más de 4.000 F-16 desde que el avión empezó a producirse en serie, señala el portavoz de las Fuerzas Aéreas ucranianas. «Más de 20 países lo operan», señala Ignat: «También está claro quién puede darnos estos aviones, qué países y cuántos». Por eso, el avión de la Guerra Fría es «el mejor candidato para Ucrania», subraya.

El portavoz se muestra convencido de que sus pilotos volarán el caza occidental en Ucrania dentro de seis meses, y los preparativos sobre el terreno ya están en marcha.

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