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El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, aseguró este sábado que las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) para reformar el Protocolo norirlandés «están llegando a su conclusión». Si bien reconoció a la prensa que el pacto «todavía no se ha alcanzado», consideró que se está «avanzando poco a su conclusión».
«Ahora hay que hacer un último esfuerzo para conseguirlo, porque los beneficios son enormes: nos permitiría poner de nuevo en marcha la Asamblea (autonómica) en el Norte, hacer que el Acuerdo de Viernes Santo funcione y sentar unas bases mucho más positivas para la relación entre el Reino Unido, Irlanda y la UE», manifestó el líder irlandés.
La provincia británica de Irlanda del Norte permanece sin Gobierno por el rechazo de la segunda fuerza, el Partido Democrático Unionista (DUP), a integrarse en un ejecutivo de unidad con la formación más votada, el nacionalista Sinn Féin, hasta que no se reforme el protocolo.
«Quiero agradecer al Gobierno (británico), a la Comisión Europea y a los partidos norirlandeses por el nivel de compromiso que han mostrado en los últimos meses para llegar hasta aquí», agregó un Varadkar que dio prácticamente por hecho que finalmente habrá acuerdo.
En el Reino Unido, los diputados del gobernante Partido Conservador han recibido la orden de estar presentes en la sesión del lunes de la Cámara de los Comunes (Baja), presuntamente para avalar el pacto que Londres y Bruselas ultiman para zanjar su relación post «Brexit».
Según el diario The Times, el primer ministro británico, Rishi Sunak, pretende sacar adelante el acuerdo este mismo domingo, pese a enfrentarse a priori al rechazo del ala eurófoba de su partido encabezada por el ex jefe de Gobierno Boris Johnson.
El protocolo, ideado para evitar una frontera física entre las dos Irlandas, mantiene a Irlanda del Norte dentro del mercado interior comunitario y británico, por lo que los controles al comercio entre el Reino Unido y la UE se llevan a cabo en los puntos de entrada norirlandeses, lo que conlleva una nueva burocracia que afecta al comercio.
Esta frontera comercial situada en el mar de Irlanda es asimismo una barrera política para la comunidad unionista, que mantiene que pone en peligro la relación de la provincia con el resto del Reino Unido.
La Corte Suprema británica, máxima instancia judicial del Reino Unido, consideró que el Protocolo del Brexit para Irlanda del Norte es legal, tras un recurso que habían presentado políticos protestantes unionistas.
Estos políticos pro-británicos habían acudido a los tribunales para pedir a la corte que rechazara la «legalidad» del protocolo, pensado para evitar una frontera física entre las dos Irlandas, a fin de no perjudicar el acuerdo de paz del Viernes Santo (1998).
El protocolo, cuyo objetivo es proteger el mercado único de la Unión Europea sin crear una frontera terrestre en la isla de Irlanda, ha causado trastornos en el comercio entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido desde que entró en vigor a principios de 2021, así como el rechazo de la comunidad protestante pro-británica.
Londres dijo que «la razón por la que sentimos que teníamos que tomar medidas es por la situación en Irlanda del Norte», donde no se ha podido formar un Ejecutivo autónomo «desde febrero» y la provincia «necesita un Gobierno».
El Reino Unido quiere que la Asamblea «esté formada y en funcionamiento», agregó el vocero oficial.
El protocolo establece que Irlanda del Norte sigue vinculada al mercado único comunitario para bienes, por lo que las mercancías que cruzan entre la isla de Gran Bretaña y la provincia británica han de pasar controles aduaneros para así asegurar que la frontera entre las dos Irlandas continúe siendo invisible.
Esa frontera invisible está establecida en el acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), el texto que puso fin al conflicto.
Sin embargo, esos controles han causado inquietud y malestar en la comunidad unionista probritánica por considerar que ponen en peligro su relación con el Reino Unido.
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