Rusia ahora exporta combustible al Sudeste Asiático

INTERNACIONAL

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Foto: wallpaperflare.com*

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El país multiplicó por 22 sus exportaciones energéticas hacia India tras las sanciones por su invasión de Ucrania, pero admite que a pesar del «magnífico trabajo» de su industria, la producción se contraerá en 2023.

Rusia anunció este martes que sus exportaciones de petróleo a India se multiplicaron por 22 en 2022, señal de la reorientación de su economía hacia los gigantes asiáticos en pleno conflicto en Ucrania.

«La mayor parte de nuestros recursos energéticos fueron redirigidos hacia otros mercados, los mercados de países amistosos. Si tomamos, por ejemplo, las entregas de petróleo a India, estas se multiplicaron por 22 el año pasado», declaró el vice primer ministro y exministro de Energía, Alexander Novak.

«Los suministros a la República Popular China y otros mercados también aumentaron. Es el resultado del magnífico trabajo de toda la industria» petrolera, agregó Novak, citado por agencias de prensa rusas.

Golpeada por duras sanciones económicas occidentales y embargos a sus hidrocarburos por su ofensiva contra Ucrania, Rusia intenta reorientar sus exportaciones de petróleo y gas a otros países, en especial de Asia. Sin embargo, el ministro de Energía, Nikolai Shulginov, admitió hoy que la producción se contraerá este 2023.

India y China, con su insaciable apetito energético, están en el primer rango de países con los cuales Moscú procura compensar los contratos perdidos en Europa.

En una cumbre celebrada la semana pasada en Moscú con el presidente chino, Xi Jinping, el líder ruso Vladímir Putin afirmó que se alcanzó un acuerdo para construir el gigantesco gasoducto Fuerza 2 de Siberia, con capacidad para 50.000 millones de metros cúbicos al año.

Pero aunque Asia ha permitido a Rusia compensar parcialmente los mercados perdidos en Europa, como el alemán, su dependencia de los pesos pesados asiáticos permite a China e India negociar precios a la baja. En el cuarto trimestre de 2022, China, India y Turquía representaron dos tercios de las exportaciones rusas de crudo, según la Asociación de Grandes Bancos e Instituciones Financieras Mundiales (IIF).

De ahí los constantes esfuerzos de Rusia por ampliar sus horizontes: hoy Novak destacó la urgencia de alcanzar «nuevos mercados en Asia-Pacífico, América Latina y Asia Central», citando incluso «el Ártico. Para ello es necesario «golpear mientras el hierro está caliente», estableciendo cadenas de suministro con la formación ininterrumpida de una flota de petroleros y la creación de instrumentos de pago», agregó.

La medida, que responde al tope de 60 dólares por barril impuesto al crudo ruso por la Unión Europea, el G7 y Australia debido a la campaña militar rusa en Ucrania, se aplicará hasta el 1 de julio. En el caso de los productos derivados del petróleo, la fecha en la que se introducirá la prohibición la decidirá el Gobierno ruso, aunque no será nunca antes de febrero próximo.

El decreto precisa que Rusia no cumplirá con los suministros de petróleo con destino a personas físicas o jurídicas en casos de contratos que incluyan «de manera directo o indirecta» mecanismos de fijación de límites al precio.

«La prohibición se aplicará durante todas las fases del suministro hasta el comprador final», subraya. Las medidas se adoptan «debido a las acciones inamistosas y que se contradicen con la legislación internacional» adoptadas por EE. UU., países extranjeros y otras organizaciones, señala el documento.

Añade que el objetivo del decreto es salvaguardar los intereses nacionales de Rusia. Al mismo tiempo, especifica que el presidente ruso se reserva la posibilidad de introducir excepciones a través de una «decisión especial».

La pasada semana Putin calificó el tope de los precios como «un atavismo colonial», aunque negó que Rusia vaya a perder dinero por ello. «Están acostumbrados a robar. Pero el mundo ha cambiado y difícilmente lo lograrán hacer hoy en día», dijo.

Además, advirtió de que limitar artificialmente los precios puede «destruir» el mercado energético internacional, ya que una reducción de la inversión en el sector puede reducir los suministros, lo que haría que los precios se disparen, con lo que pagarían precisamente los que quieren introducir dichos mecanismos.

Previamente, Rusia advirtió de que podría reducir la extracción de petróleo entre un 5 y un 6 por ciento a comienzos del próximo año. «Estamos dispuestos a reducir parcialmente las extracciones. A principios del próximo año nuestra reducción puede ser de entre 500.000 y 700.000 barriles diarios», dijo el viceprimer ministro ruso, Alexandr Novak, a la televisión pública.

*Imagen ilustrativa.

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