Nuevas plantas de energía geotermal, por Mariana Gonzalez

OPINIÓN

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Planta de energía geotermal en Islandia / Foto: Jesús Rodríguez Fernández

*Escribe Mariana Gonzalez, especialista en Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA. MBA, ITBA.

Lectura: 4 minutos

La energía geotermal se obtiene del calor interno de la Tierra. Se trata de un recurso sostenible, no contaminante, prácticamente inagotable y de amplia distribución en el planeta.

Proviene del magma de la Tierra  que sube a través de grietas de la corteza terrestre: volcanes, aguas termales, geiseres. En las profundidades se pueden encontrar capas freáticas de agua caliente y al ascender llegan a la superficie en forma líquida o vapor.

Los yacimientos subterráneos de agua caliente, de poca profundidad se aprovechan para, a través de su fluir natural o por bombeo, generar energía eléctrica, desde principio del siglo XX. Se deben utilizar al menos, dos pozos, uno para extraer el agua y otro para volver a inyectarla en el acuífero una vez enfriada.

A diferencia de las energías solar y eólica, la geotérmica está disponible constantemente; además, tiene muy bajas emisiones de dióxido de carbono y no quema combustibles fósiles. Sin embargo tienen ciertos riesgos medioambientales entre ellos, emisiones de sulfuro de hidrógeno. La gran desventaja es que necesitan infraestructuras muy costosas.

Estados Unidos es el principal productor, especialmente en la zona de California.

Islandia, país con el 85% de sus fuentes de energía renovables, tiene un 65% de energía geotérmica y un 20% de energía hidráulica. Instaló la primera central de generación de energía geotérmica, llamada Svartsengi, cerca de Reikiavik, en 1976, que tiene una capacidad de producción de 75 MW.

Actualmente, se están desarrollando otras tecnologías que no requieren emisiones naturales de agua caliente o vapor, la buscan directamente en las profundidades.

Se perfora de tres a seis kilómetros de profundidad para llegar a rocas que se encuentran por lo menos a 150° C. Se rompe la roca y se inyecta agua que vuelve a salir, caliente, a la superficie para accionar turbinas y generar energía eléctrica. Se usan técnicas de fracturación hidráulica similares a las de la industria del petróleo y el gas (fracking), que crean o ensanchan grietas dentro de rocas relativamente sólidas y muy calientes, luego se inyecta agua, acumulando presión mecánica dentro del sistema y creando un radiador subterráneo.

MIT Technology Review presentó a principios de marzo a una start-up Fervo Energy, con base en Houston, Texas, que le está dando una vuelta de tuerca más al proceso y que según sus propias palabras: «Si los resultados de campo de Fervo Energy funcionan a escala comercial, podría ser más barato y más fácil reverdecer la red».

Esta empresa, a fines de enero bombeó agua, a grandes profundidades, y la retuvo allí para su observación. La presión comenzó a subir rápidamente ya que el agua no tenía adónde ir. Cuando soltaron la válvula, la salida de agua aumentó y bombeó a niveles más altos de lo normal durante horas.

Además de la generación de energía, esta técnica sirve, también como una inmensa y duradera «batería» donde almacenarla, lo que permite esquemas mixtos de suministros: mientras los parques solares o eólicos funcionan estas plantas no entregan energía y viceversa.

El proceso tiene el riesgo potencial de provocar terremotos como se demostró en los primeros desarrollos en Suiza y Corea del Sur, pero, teniendo en cuenta lo distribuido que está el fracking en Estados Unidos, se espera que sea un riesgo controlado.

Según Tim Latimer, director ejecutivo y cofundador de Fervo «Sabemos que solo generar y vender energía geotérmica tradicional es increíblemente valioso para la red… Pero a medida que pasa el tiempo, nuestra capacidad de responder, subir y bajar y almacenar energía aumentará aún más en valor».

Tim Latimer y Jack Norbeck, fundaron Fervo en 2017. Han recaudado casi $180 millones en capital de riesgo de Breakthrough Energy Ventures de Bill Gates, DCVC, Capricorn Investment Group y otros. Ampliando sus metas, Fervo Energy planea diseñar un sistema de captura directa del dióxido de carbono de la atmósfera (proceso de alto consumo de energía) enviándolo a las profundidades, utilizando energía geotérmica para realizarlo. Exactamente lo contrario de lo que hacemos: sacamos el CO₂ de la tierra y lo enviamos al aire. Como tituló The Washington Post: «esta empresa planea usar el calor de la Tierra para enfriar el planeta».

*Mariana Gonzalez
Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA
MBA ITBA
Empresaria en Argentina y Uruguay en empresas de tecnología.

Otro artículo escrito por Mariana Gonzalez: Inteligencia organoide

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