Canciller de Rusia de visita en Nicaragua

INTERNACIONAL

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Canciller del régimen ruso, Serguéi Lavrov, de visita en Brasil antes de partir para Nicaragua / Foto: Ministério das Relações Exteriores

Lectura: 7 minutos

El canciller del régimen ruso, Serguéi Lavrov, arribó este miércoles a Nicaragua, para reunirse con Daniel Ortega y otros funcionarios, en el marco de una gira latinoamericana, anunció la vicepresidenta del país centroamericano, Rosario Murillo. Antes, el representante del Gobierno de Vladímir Putin pasó por Brasil y Venezuela, en un viaje cuya última escala es Cuba.

«Estamos recibiendo en nuestra Nicaragua bendita, en estos momentos, la delegación que encabeza el compañero Serguei Lavrov, que ha llegado en una visita de estado», indicó Murillo, quien es esposa de Ortega, al Canal 4. Lavrov aterrizó a eso de las 13.11 hora local (19.11 GTM) en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, el principal del país.

Murillo indicó que Lavrov se reunirá, además de Ortega, con el canciller Denis Moncada, el ministro de Hacienda, Iván Acosta, y con Laureano Ortega Murillo, asesor presidencial de inversiones, comercio y cooperación, e hijo del presidente y la vicepresidenta. «Vamos a estar reuniéndonos en las próximas horas, por supuesto que lo recibimos con mucho cariño como pueblos hermanos», añadió.

En ese encuentro entre Ortega y Lavrov se espera que aborden temas como la presencia de Rusia en América Latina y el Caribe, así como la cooperación bilateral entre ambos países, como parte de un «diálogo constructivo y respetuoso». La vicepresidenta nicaragüense celebró que se esté creando un «mundo multipolar» que están «viendo nacer», encabezado por China y Rusia.

Lavrov llegó a Managua tras su visita a Brasil, donde se reunió con el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, así como con el ministro de Exteriores, Muro Vieira, y a Venezuela, donde se entrevistó con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, así como con el canciller, Yván Gil. En Caracas también se reunió con su homólogo boliviano, Rogelio Mayta.

El canciller ruso también se reunió en la embajada en Caracas con el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, según el Kremlin.

Cinco años han pasado desde el inicio de la crisis sociopolítica que desató multitudinarias manifestaciones en contra del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. Desde entonces, Ortega se ha afianzado en el poder, ha censurado medios de comunicación, ha cerrado múltiples organizaciones, ha prohibido las protestas, y ha perseguido, encarcelado y desterrado a sus opositores políticos.

Pese a este escenario desalentador, a una deuda pública externa de 15 mil millones de dólares y a las sanciones internacionales impuestas, un informe del Banco Mundial (BM) da cuenta de un repunte de la economía: «A pesar de la alta inflación, los vientos en contra a nivel mundial y los daños causados por el huracán Julia, se estima que el producto interno bruto (PIB) real creció un 4,0 por ciento en 2022», se lee en el sitio web del organismo internacional.

«Se proyecta que el crecimiento se modere al 3 por ciento en 2023 debido a una consolidación fiscal, la desaceleración de la demanda externa y la inflación elevada», agrega la publicación, actualizada el pasado 4 de abril.

En conversación con DW, Désirée Reder, investigadora del instituto alemán GIGA, con sede en Hamburgo, expresa sus dudas sobre este informe del BM: «Me parece que están usando datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), y es muy difícil para ellos verificar estas cifras, porque en este país no hay oenegés que puedan preguntar o realizar entrevistas para obtener la información correcta».

«Tengo la impresión de que el BCN está publicando estos datos para crear una imagen de una economía que está funcionando. Para legitimar al régimen o para decirle a la comunidad internacional: «Miren, no estamos dependiendo de ustedes»», opina Reder.

Por su parte, Enrique Sáenz, economista y exdiputado nicaragüense, exiliado en Costa Rica desde 2018, explica a DW que los datos presentados por el Banco Mundial no se deben a la gestión económica del régimen de Ortega, sino a factores externos.

Sáenz plantea que las «mejoras estadísticas» que refleja el informe, es decir, que no tienen un impacto real en la población, se deben a los precios internacionales de los principales productos de exportación, al aumento de las exportaciones de oro y al incremento de las remesas internacionales enviadas por «centenares de nicaragüenses que salieron en 2021 o 2022, que al mes o a los dos meses se transformaron en emisores de remesas para familiares en Nicaragua».

«Las causas que explican ese comportamiento económico son más bien evidencia de lo que podría llamarse el fracaso económico y social de la dictadura», opina.

A pesar el discurso antiimperialista de Ortega y de las sanciones impuestas al país, «el mayor receptor de productos de Nicaragua todavía es Estados Unidos», sostiene la politóloga del GIGA. Aunque se ha sancionado una gran parte de los productos, todavía hay muchos que no han sido afectados, explica.

Según datos del propio EE. UU., alrededor del 60 por ciento de las exportaciones nicaragüenses fueron a parar a ese país norteamericano, y ambas naciones tuvieron un intercambio comercial de unos 8.304 millones de dólares en 2022, una cifra que podría crecer.

Sáenz añade a estos datos que «el principal inversor extranjero en Nicaragua es Estados Unidos», desde donde «se envía la mayor cantidad de remesas a Nicaragua», que en 2022 representaron hasta un 23 por ciento de PIB.

«Las sanciones de EE. UU. dañan al «empresario Ortega», porque afectan a su banco o a sus empresas, pero las relaciones económicas más bien han aumentado. El discurso antiimperialista es uno hipócrita y sus alegatos sobre las sanciones son una patraña», señala Sáenz.

Recientemente, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció que visitaría varios países latinoamericanos, entre ellos, Nicaragua. Sin embargo, el acercamiento de Rusia, junto con el de China, parece ser más político que económico.

«Las relaciones comerciales con Rusia son prácticamente inexistentes. Las exportaciones de Nicaragua hacia Rusia más bien disminuyeron en el 2022 y son irrisorias», resume el economista nicaragüense.

Y concluye: «En cuanto a las relaciones con China, hasta ahora, son nada más que anuncios y expectativas. No hay ninguna evidencia, ni en el plano comercial, de inversiones o de cooperación al desarrollo, que puedan demostrarse más allá de las declaraciones amables de los chinos».

Otro artículo de interés: Ministro chino de Defensa visita Moscú

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