INTERNACIONAL

Lectura: 4 minutos
Hasta el momento, al menos 73.000 personas han llegado a los países vecinos de Sudán desde que estallaron los combates a mediados de abril, según ACNUR, que mencionó la salida de 50.000 personas el viernes pasado.
«Más de 800.000 personas» podrían huir de los combates en Sudán, alertó este lunes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi. «ACNUR, junto con gobiernos y socios, se está preparando para la posibilidad de que más de 800.000 personas huyan de los combates en Sudán para llegar a los países vecinos», dijo Grandi en su cuenta de Twitter.
«Esperamos no llegar a eso, pero si la violencia no toca fin, veremos más personas obligadas a huir de Sudán en busca de seguridad», agregó en la red social.
Esta es la primera vez que ACNUR publica una cifra tan precisa para cuantificar el número de personas que podrían huir a países vecinos. Previamente había mencionado «cientos de miles» de personas. Hasta el momento, la mayoría de las personas han huido a Chad y Sudán del Sur.
El 25 de abril, ACNUR indicó que hasta 270.000 personas podrían refugiarse en estos dos países, pero no precisó detalles de los demás países vecinos de Sudán: Egipto, Etiopía, Eritrea, Libia y la República Centroafricana.
Los combates, que han dejado cientos de muertos, enfrentan a los generales Burhan y Daglo, que se aliaron en un golpe de Estado en 2021, marginando a millones de sudaneses. Ataques aéreos, tiroteos y explosiones sacudieron la capital sudanesa nuevamente el lunes a pesar del anuncio de una tregua en los combates entre el ejército y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido, que ha llevado a Sudán al borde de una «catástrofe» humanitaria y sanitaria según la ONU.
La ONU alertó el domingo del «rápido deterioro» de la crisis humanitaria en Sudán y dijo que enviará «inmediatamente a la región» a su jefe humanitario y coordinador de ayuda para emergencias, Martin Griffiths.
«La escala y la rapidez de lo que está pasando no tiene precedentes en Sudán. Estamos extremadamente preocupados por el impacto inmediato y a largo plazo sobre todo el pueblo de Sudán y la región amplia», indicó el secretario general de la organización, António Guterres, en un comunicado.
«Una vez más, instamos a todas las partes del conflicto a proteger a los civiles y a las infraestructuras civiles, a permitir el paso seguro de civiles que huyen de áreas de hostilidades, a respetar a los trabajadores y activos y humanitarios, a facilitar las operaciones de ayuda, y a respetar al personal, los transportes y las instalaciones médicas», dijo Guterres en una nota remitida por su portavoz.
El Ejército de Sudán aceptó prorrogar por 72 horas más la tregua que expiraba hoy, después de que el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) anunciara su adhesión al acuerdo, propuesto por Estados Unidos y Arabia Saudí, y tras las presiones de Naciones Unidas.
Se trata de la tercera propuesta de ampliar la tregua desde el pasado día 24, y aunque no supuso una pausa en los combates sí sirvió para evacuar a los extranjeros del país y que los sudaneses pudieran desplazarse a zonas más seguras.
Los combates en Sudán estallaron el pasado día 15, en medio de tensiones sobre el proceso de reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en las fuerzas regulares, en el marco de un proceso político para volver a encauzar al país en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.
La violencia ha provocado que la mayoría de hospitales en las zonas de choques queden fuera de servicio, una acuciante escasez de productos básicos, el desplazamiento de decenas de miles de personas y, según la ONU, que más de 50.000 sudaneses hayan buscado refugio en alguno de los siete países vecinos.
Al menos 528 personas han muerto y más de 4.500 han resultado heridas desde el inicio de los combates, según el Ministerio de Salud sudanés.
Otro artículo de interés: Dramático balance de guerra civil en Sudán