Presidentes de Transición, escribe Norberto Zingoni

OPINIÓN

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Traspaso de mando presidencial en 2019 / Foto: Charly Diaz Azcue / Comunicación Senado

Por Norberto Zingoni*, escritor, abogado, exjuez, corresponsal de LaCity.com.ar en Europa.

Lectura: 4 minutos

Decíamos hace un tiempo en estas páginas amigas que los países en crisis a veces suelen ver una tenue luz que anuncia el amanecer en medio de la oscura noche. Vislumbran, brumosamente, que luego de años de luchas intestinas, pobreza y decadencia, los planetas parecen alinearse para mejor fortuna. Sus ciudadanos sienten, anhelan ser un país normal, normalizado, vivible. Y quieren ser convocados a la Reconstrucción. Ser parte y no invitados silentes al desastre que le propinaron sus representantes. Y decíamos también que a la anunciada retirada de la vida pública de Cristina Kirchner hace unos meses (aunque nunca se pueda saber su verdadera intención) sería bueno que se sumara la de Mauricio Macri ─se concretó hace unos días─ y que, a partir de ambos retiros y pasado el eclipse pudiera iniciarse un nuevo Proyecto nacional. Un nuevo Proyecto sugestivo de vida en común, al decir de Ortega y Gasset.

Ahora, ¿qué haría falta para no desalinear a los planetas una vez más? Lo primero: que los dos o tres próximos presidentes sean presidentes de Transición. Ni la Argentina Potencia, ni el Nuevo Hombre. Ni el Tercer movimiento histórico de Alfonsín, ni el sultanato de Anillaco, ni el Poder Absoluto de los Kirchner («el poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente»), por favor, que el próximo presidente no se crea fundacional, ni líder de masas, ni el salvador de la patria. Ya tuvimos en abundancia. Solo le pedimos que sencillamente cumpla con su deber y luego a casa con la satisfacción del deber cumplido; y con lo más importante para un político: el cariño de su pueblo. Deberán asumir que en algunos casos seguramente no verán el resultado de su gestión pero que dejarán el camino despejado para el sucesor. Y que no será fácil desmontar (solo, sin apoyo) las mafias, corruptelas e iniquidades que se adueñaron del país.

¿Es posible La Reconstrucción de la patria? ¿Es posible dejar atrás el país anómico, saqueado, mafioso, injusto y sentar las bases para otro país? Es posible. Dos ejemplos: Alemania y España. Los dos países devastados por la guerra.

Conrad Adenauer ganó por ¡un voto! la cancillería en 1949 e inició la reconstrucción de Alemania Occidental y ayudó a convertir la nación en una potencia económica. Las huellas de la guerra y del nazismo eran aún muy profundas en la desgarrada Alemania cuando Adenauer comenzó la Reconstrucción. En ¡cuatro años! (1953) el marco alemán era ya una de las monedas más cotizadas y fuertes del mundo; la flota mercante rebasaba la cifra de 1500 unidades, al tiempo que la producción de acero se emparejaba con la británica. La Comunidad Europea del Carbón y del Acero (antecedente de la Comunidad Económica Europea) se puso en marcha sobre los rieles alemanes.

En España, Adolfo Suárez no era el elegido por la cúpula política y sin embargo el rey Juan Carlos, sorpresivamente, lo designó como presidente de gobierno. ¡Y se alinearon los planetas! Lo acompañaron en la Reconstrucción viejos enemigos de la guerra civil como el comunista Santiago Carrillo o ex franquistas como Manuel Fraga o el general Gutiérrez

Mellado (que había participado en la guerra civil). Sabían que su misión principal era la Transición en España de una dictadura a una democracia. Y lo lograron. En seis años
(1976/82). Fueron patriotas: sabían que una vez terminada su tarea se iban a casa, salvo el rey (por imposición legal).

Faltan pocos meses para la elección presidencial. Entre Patricia Bullrich, Rodríguez Larreta, Javier Milei o Sergio Massa (aunque con CK nunca nada es lo que parece, aunque no tiene mejor candidato) estará seguramente el próximo presidente. Debieran comprometerse pública y formalmente a que serán presidentes de Transición. Hacer saber al pueblo el estado ruinoso de la nación, exponer sus planes y buscar acuerdos para iniciar la Reconstrucción Nacional. Es la última oportunidad.

*Norberto Zingoni es abogado, exjuez, autor de: El peronismo y el enigma del país inacabado (Ed. elaleph) El ciberciudadano y el cambio en el Poder, los nuevos paradigmas en la era de Internet (Ed. Punto Didot, España). Argentina, un país que no aprende (Ed.Claro).

elciberciudadano.com

Otro artículo escrito por Norberto Zingoni: «Hace 44 años»

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