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La inmigración neta hacia el Reino Unido ─diferencia entre las llegadas y salidas─ alcanzó un nuevo récord en 2022 en este país al situarse en 606.000 en los últimos 12 meses hasta el pasado diciembre, según datos divulgados este jueves (25.05.2023) por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en inglés).
Ese organismo oficial reveló que en torno a 1,2 millones de personas emigraron al Reino Unido en 2022, mientras que 557.000 abandonaron el país durante el mismo periodo. La cifra de llegadas ─606.000─ aumentó frente a los 504.000 registrados en los 12 meses anteriores a junio del pasado año.
Entre los factores que explican estos niveles relativamente altos de inmigración en el último año y medio figuran las personas que han llegado procedentes de países no comunitarios para trabajar, estudiar y por motivos humanitarios, que incluyen llegadas de Ucrania y Hong Kong.
El director de la ONS para migración internacional, Jay Lindop, señaló hoy que «varios eventos mundiales sin precedentes ─como la guerra de Ucrania─ junto con el levantamiento de las restricciones tras la pandemia por COVID-19, llevaron a los niveles récord de inmigración internacional al Reino Unido».
«Los principales impulsores fueron el incremento de personas que han venido al Reino Unido de países no comunitarios para trabajar, estudiar y con motivos humanitarios, como los llegados de Ucrania y Hong Kong», dijo. También observó «algunas señales que indican que los impulsores subyacentes detrás de estos altos niveles de migración están cambiando».
En ese sentido, comentó «el levantamiento de las restricciones (por COVID-19) en 2021, el notable incremento en la llegada de estudiantes» y el hecho de que aquellas personas que llegaron al país en 2021 «ahora se están marchando». En cambio, el dato que refleja «aquellos que vienen por rutas humanitarias aumentó en esos 12 meses».
En declaraciones a la cadena ITV, el primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo que quiere un descenso de las cifras de inmigración, pero reconoció que «estas cosas no son fáciles».
«Estoy trabajando duro» para atajar la inmigración ilegal y frenar la entrada de botes que cruzan el Canal de la Mancha, que en el último año se vieron incrementados.
La estadounidense Amy Pope, de 49 años, será la primera mujer en dirigir la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM), indicaron la propia agencia y una diplomática estadounidense.
Pope se enfrentaba en las elecciones por el puesto al actual director general, el portugués Antonio Vitorino, que buscaba un segundo mandato pero que finalmente retiró su candidatura, tras una primera ronda de votación secreta en la que fue ampliamente aventajado por su rival.
Estados Unidos ha abandonado las prácticas diplomáticas a la hora de cubrir el puesto de jefe de la Organización de las Naciones Unidas para las Migraciones (OIM) y ha desairado a la UE: en una maniobra totalmente inusual forzando una votación en la que un candidato estadounidense debía desbancar a Antonio Vitorino, jefe portugués de la OIM.
En efecto, la candidata en cuestión es su vicedirectora, Amy Pope, y salió ganadora de la votación secreta en la participaron 175 países miembros en Ginebra.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, hizo campaña a favor de Pope para «revitalizar la organización». Sin embargo, la labor de Vitorino es unánimemente elogiada en los círculos diplomáticos. Ha modernizado la organización y la ha dirigido bien. Normalmente, los titulares en estos casos son confirmados para un segundo mandato por aclamación.
Sin embargo, en 2018, Estados Unidos sufrió una amarga derrota. A lo largo de los 70 años de historia de la OIM y sus predecesoras, los puestos de jefatura han sido ocupados casi sin excepción por el mayor donante: EE. UU. Pero el candidato del entonces presidente estadounidense Donald Trump fracasó en las elecciones de 2018. Ken Isaacs, que había trabajado durante mucho tiempo como misionero, se había mostrado anteriormente crítico con el islam en las redes sociales y había puesto en duda el cambio climático provocado por el hombre.
La OIM se ocupa de los migrantes. Tiene 19.000 empleados y oficinas en 171 países. Entre otras cosas, ayuda a las personas desamparadas a regresar a sus hogares y asesora a los gobiernos sobre cómo tratar a los migrantes. Tiene un centro de datos en Berlín que lleva estadísticas sobre migrantes muertos o desaparecidos en todo el mundo.
*Imagen ilustrativa.
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