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El presidente ruso, Vladímir Putin firmó un decreto que reconoce la independencia de dos territorios separatistas al este de Ucrania.
La medida fue condenada de inmediato por los principales líderes occidentales que temen una escalada del conflicto en la zona.
Putin anunció el reconocimiento de Donetsk y Lugansk, dos territorios asimilables a provincias, donde actúan los separatistas ucranianos respaldados por Rusia.
Putin habló televisión con innumerables quejas contra el gobierno de Kiev, la OTAN y Occidente.
Semejante movida podría aumentar drásticamente el riesgo de conflicto en Ucrania, ya que las Naciones Unidas y los líderes occidentales advirtieron contra los movimientos para comprometer la soberanía de Ucrania.
Se espera en Estados Unidos una orden ejecutiva que prohíba «nuevas inversiones, comercio y financiamiento por parte de personas estadounidenses hacia, desde o en» las dos regiones separatistas, dijo la Casa Blanca el lunes en un comunicado.
«También otorgará autoridad para imponer sanciones a cualquier persona que se determine que opere en esas áreas de Ucrania», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado.
Psaki dijo que vendrían más medidas y las que se estaban preparando en respuesta al decreto de Putin estaban separadas de las sanciones que EE. UU. y sus aliados han estado preparando si Rusia invade Ucrania.
La Unión Europea «reaccionará con sanciones contra los involucrados en este acto ilegal», dijeron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un comunicado conjunto.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, acusó a Rusia de continuar alimentando el conflicto en el este de Ucrania y «tratar de poner un pretexto» para una nueva invasión.
Kiev respondió al anuncio de Putin diciendo que «el mundo entero» está siguiendo las acciones de Rusia sobre el reconocimiento de los grupos autodenominados y «todo el mundo se da cuenta de las consecuencias».
Putin lanzó acusaciones generalizadas al principio de su discurso, sin proporcionar evidencia, de que Ucrania estaba tratando de obtener armas nucleares, que el idioma ruso había sido marginado en Ucrania y que había planes no especificados para eliminar la Iglesia Ortodoxa Rusa.
También dijo que Ucrania era un «régimen títere» dirigido por potencias extranjeras y plagado de clanes oligárquicos y que la OTAN había «ignorado por completo» las demandas de seguridad de Moscú, que incluían pedidos de una promesa legalmente vinculante de que a Ucrania no se le permitirá unirse a la alianza y la retirada de armas y equipos de la OTAN de los países de Europa Central y Oriental.
Previo al discurso de Putin, el embajador de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Michael Carpenter, dijo que el reconocimiento ruso de áreas del este de Ucrania fuera del control del gobierno sería «deplorable» y debería ser condenado.
El alto representante de la UE para asuntos exteriores dijo que la Unión Europea estaba preparada para reaccionar enérgicamente si Putin ofrecía el reconocimiento de Moscú.
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