INTERNACIONAL

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Las economías de América Latina y el Caribe retomaron cierta normalidad con un crecimiento previsto de 3% para este año, indicó este martes el Banco Mundial.
En abril el Banco Mundial auguró un crecimiento de 2,3% en 2022 que eleva ahora al 3%, debido en parte al aumento de los precios de las materias primas por la guerra en Ucrania que beneficia a los exportadores.
Un aviso negativo constante es la alta inflación que no parece retroceder por ahora.
Argentina crecerá este año 4,2%, Brasil 2,5%, Chile 1,8%, Colombia 7,1%, Costa Rica 3,3%, Ecuador 2,8%, El Salvador 2,4%, México 1,8%, Perú 2,7% y Uruguay 4,8%.
En la mayoría de los países, el Producto Interno Bruto (PIB) y el empleo recuperaron los niveles prepandémicos de 2019, pero las tasas de crecimiento previstas podrían describirse como «resilientemente mediocres», señala el Banco Mundial en sus perspectivas de crecimiento para la región publicadas este martes.
«El crecimiento es mediocre, digamos lo que es, pero vale la pena destacar los avances que hemos hecho como región», declaró a la AFP el economista jefe para la zona, William Maloney.
El funcionario indica que la inflación en la mayoría de los países no esta por encima de la media de 6% (salvo casos como Argentina donde alcanza casi el 80% interanual), mucha menos deuda en moneda extranjera que hace 20 años aunque en general aumentó, y más reservas en los bancos centrales.
A pesar de las mejoras, hay vientos en contra.
El impacto de la guerra en Ucrania ha sido desigual pero inferior al que han acusado otras regiones, señala el BM.
El banco rebaja sin embargo la previsión de crecimiento para 2023 del 2,2 % al 1,6 % debido a las tasas de interés más altas, un crecimiento más lento en el G7 y en China, y una esperada caída de los precios de las materias primas.
El problema más grave a largo plazo es que «a cinco años creceremos alrededor del 2,5%», es decir aproximadamente lo mismo que en la década de 2000-2010, indicó Maloney.
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