INTERNACIONAL

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El canciller alemán, Olaf Scholz, reforzó el apoyo a la Corte Penal Internacional (CPI) al desestimar un organismo especial para juzgar los presuntos crímenes de guerra que Rusia está cometiendo en Ucrania.
Tanto Kiev como los países bálticos proponen una fórmula especial para la situación derivada del asalto de Rusia a Ucrania.
«Hay una Corte Penal Internacional que tiene su función, que yo valoro y al que debemos reforzar», dijo Scholz en rueda de prensa, al término de la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea celebraron el fin de semana en Bruselas.
Estonia, Letonia y Lituania reclamaron la creación de un tribunal internacional especial para juzgar a los dirigentes del Kremlin que han ordenado la guerra contra Ucrania.
Explicaron que la Corte Penal Internacional no tiene competencias para enfrentar un caso como el actual.
La CPI ya está investigando las atrocidades del Ejército ruso en Ucrania, como las matanzas de Bucha o Izium, para perseguir a sus responsables directos.
El tribunal con sede en La Haya «no tiene competencias» para juzgar el «crimen de agresión», consideran los tres países bálticos.
Los ministros de Exteriores de Estonia, Letonia y Lituania se hicieron presentes en la reunión de Luxemburgo con los jefes de la diplomacia europea, para pedir que la creación de este tribunal especial debe ser una «política de la Unión Europea».
«Existe pleno apoyo a las investigaciones que la CPI está llevando a cabo actualmente, pero no podemos demostrar que hay un general a quien se le puede culpar por las atrocidades en Ucrania y dejar a un lado el hecho de que alguien en Moscú, en el Kremlin, dio una orden para iniciar la agresión», defendió el ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis.
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