INTERNACIONAL

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En medio de la defensa política que presenta Vladímir Putin, aislado internacionalmente, Moscú acusa a Londres de sabotaje.
El Kremlin denuncia el supuesto papel desempeñado por Londres en los ataques contra la flota rusa en el Mar Negro el sábado pasado y de las explosiones en los gasoductos Nord Stream en septiembre.
Al mismo tiempo las fuerzas prorrusas de Jersón anunciaron la evacuación masiva de civiles tras la amenaza de Ucrania de intentar recuperar zonas bajo el dominio ruso.
El martes 1 de noviembre el Kremlin aseguró que sus servicios de inteligencia tienen información de que consultores militares británicos «supervisaron y coordinaron» el ataque con drones navales ucranianos en contra la bahía de Sebastopol, en la península de Crimea.
«Tales acciones no pueden quedarse como si nada. Por supuesto, evaluaremos los pasos a dar. No hay duda al respecto. Es imposible actuar de otra manera», dijo el portavoz presidencial Dmitri Peskov en su rueda de prensa telefónica diaria.
Añadió que también tienen información de que el Reino Unido estaría detrás del «acto de sabotaje o, como decimos en Rusia, el ataque terrorista contra infraestructuras energéticas críticas, que no es una infraestructura rusa, sino una internacional», refiriéndose a las fugas detectadas durante los últimos meses en los gasoductos de Nord Stream.
El portavoz del Kremlin dijo que la información recolectada por la inteligencia rusa será analizada «muy de cerca» y añadió que su país aún no ha decidido si se repararán los gasoductos dañados y criticó el «silencio inadmisible de las capitales europeas».
El 26 de septiembre se detectaron cuatro grandes fugas en Nord Stream 1 y 2, dos en la zona económica sueca y dos en la danesa. Para el momento de las explosiones, ambos gasoductos se encontraban llenos de gas pero estaban inactivos.
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