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La Unión Europea logró pacificar las tensas relaciones entre Serbia y Kosovo que surgieron a raíz de la prohibición de circular con matrículas serbias en territorio kosovar.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, destacó el papel de la institución en un conflicto que está siempre latente y genera malestar en la región.

Serbia y Kosovo alcanzaron este miércoles un acuerdo sobre la crisis de las matrículas para evitar «una mayor escalada» y pos de «normalizar sus relaciones», anunció el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

«Me complace anunciar que los negociadores principales de Kosovo y Serbia, bajo patrocinio de la UE, han acordado medidas para evitar una mayor escalada y concentrarse plenamente en la propuesta de normalización de sus relaciones», dijo esta noche Borrell en su cuenta oficial en Twitter.

El alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad señaló que «Serbia dejará de emitir matrículas con denominaciones de ciudades de Kosovo y Kosovo dejará de realizar acciones relacionadas con la rematriculación de vehículos».

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