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La ciudad más grande de China, Shanghái, ha ordenado que la mayoría de sus escuelas tomen clases en línea a medida que aumentan los casos de COVID-19.

Las autoridades chinas aliviaron las restricciones a principios de este mes luego de una ola de protestas contra la estrategia de cero COVID de China.

Pero la relajación de las estrictas medidas de bloqueo ha generado una creciente preocupación por la propagación de COVID en China.

Los cambios significativos en los sistemas de informes y pruebas de coronavirus del país han dificultado saber qué tan extendido se ha vuelto el virus, con datos para la semana que finalizó el 11 de diciembre que muestran una caída en el número total de nuevas infecciones en todo el país después de alcanzar su punto máximo la semana anterior.

Pero antes del cambio en la recopilación de datos, el número de casos era más alto que el de la última ola de coronavirus de abril.

Los hospitales y las instalaciones médicas se han visto sometidos a una presión cada vez mayor, con centros de salud temporales e instalaciones de cuidados intensivos que se están estableciendo en todo el país.

En un comunicado publicado en el sitio de redes sociales chino WeChat, la oficina de educación de Shanghái anunció que la mayoría de los grupos de año en las escuelas primarias y secundarias pasarían al aprendizaje en línea a partir del lunes pasado.

Los estudiantes y los niños que no tengan arreglos alternativos para el cuidado de niños pueden solicitar asistir a la escuela.

El comunicado dijo que las medidas se estaban implementando para proteger la salud de los maestros y estudiantes de acuerdo con las medidas actuales de prevención del coronavirus.

La decisión significa que las escuelas en el centro financiero del país estarán cerradas para el aprendizaje en persona hasta el final del período el 17 de enero, cuando comiencen las vacaciones del Año Nuevo Lunar.

Algunos usuarios chinos de las redes sociales elogiaron la decisión y acordaron que era mejor que los estudiantes se quedaran en casa. Otros se quejaron de la eficacia del aprendizaje en línea en relación con la enseñanza en persona y las tensiones adicionales que se imponen a los padres que trabajan.

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