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Las fuerzas rusas y el equipo militar se han acercado a la frontera de Bielorrusia con Ucrania, según un grupo de monitoreo de Bielorrusia.

El «proyecto bielorruso Hajun» de monitoreo dijo que el número de tropas y equipos es «pequeño y definitivamente no es suficiente para ninguna acción ofensiva».

Sugirió que la medida podría ser parte de los planes para realizar más ejercicios conjuntos entre las fuerzas rusas y bielorrusas cerca de la frontera con Ucrania.

Un grupo de expertos con sede en EE. UU. ha evaluado que es «poco probable» que Bielorrusia envíe tropas a Ucrania a pesar de la aparente presión de Rusia.

Las conversaciones entre Vladímir Putin y Alexandr Lukashenko en Minsk ayer generaron especulaciones de que el presidente ruso podría estar presionando a Bielorrusia para que se una a la guerra.

Los expertos han evaluado que el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, «probablemente desvió» los esfuerzos de Putin, y que «sigue siendo poco probable» que Bielorrusia entre directamente en el conflicto.

El Instituto para el Estudio de la Guerra ─grupo de expertos con sede en EE. UU.─ dijo que Lukashenko estaba evitando participar en la invasión al decir que Bielorrusia necesitaba defender sus fronteras contra Occidente y la OTAN.

En una conferencia de prensa conjunta posterior a las conversaciones, ambos presidentes se abstuvieron de hablar sobre la invasión. Si Lukashenko planeaba unirse a la guerra, probablemente «ajustaría su retórica para crear una explicación plausible para su propia gente sobre por qué de repente se estaba alejando de la amenaza ficticia de invasión de la OTAN».

Esto no quiere decir que el Kremlin no haya planeado presionar a Bielorrusia.

Según el grupo de expertos, Moscú ha «intentado ocultar las probables intenciones originales de Putin de presionar a Lukashenko». A su vez señaló que el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, desestimó las especulaciones como «tontas» y que había negado ávidamente la intención de Rusia de invadir días antes de la guerra.

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